La batalla del sector primario se está lidiando en las calles, donde agricultores y ganaderos defienden su forma de vida y su sustento. Este colectivo está tan decepcionado, asqueado, vilipendiado y humillado por un gobierno que mira para otro lado, y que no da respuestas, que ha salido en bloque por las calles de las ciudades de toda España, e incluso de Europa en un grito unánime contra tantos despropósitos que llevan sufriendo desde tantos años.
La otra decepción que se une a este colectivo, son las organizaciones agrarias mayoritarias que se han visto retratadas desde que comenzaran las protestas de manera espontánea y sin seguir las directrices de las mismas, saliendo a las calles o a cortar carreteras, para defender lo suyo en convocatorias por redes sociales.
Algunos agricultores y ganaderos me manifestaron en la concentración de Madrid del pasado miércoles, 21 de febrero, que están siendo tratados como ciudadanos de tercera. Me di cuenta que faltaba mucha información de base para llegar a la actual situación. Tras la caída del Muro de Berlín en noviembre de 1989, se quitaron aduanas, se retiraron aranceles y se produjo una especialización concreta en la zona productora. Los precios empezaron a bajar.
En los años 80 hubo una distribución fuerte con la cadena de supermercados, con un poder de compra muy superior al de los agricultores. Hubo mujeres y jóvenes que preguntaron qué era eso de la Agenda 2030, que habían oído hablar mucho pero que no sabían qué era realmente, y que es la principal causa de la movilización generalizada del campo. Y yo se lo resumí con una sola frase: ES EL DOMINIO TOTAL SOBRE TU VIDA.
Alrededor de la manifestación apareció un grupo de políticos para hacerse la foto y poco más. Les pregunté si pertenecían a alguna organización agraria, y me contestaron que eran un grupo político que no voy a nombrar, porque no merece la pena darles publicidad. A la pregunta de dónde están los 1.400 millones de euros que quedan por distribuir de la PAC al sector primario que contestaron que "se lo había llevado Puigdemont": Y con esa respuesta queda dicho todo y definida la clase de políticos que tenemos.
El campo ha dado un grito de unánime y ha reventado ante la última PAC, que sólo ha seguido el eje de la sostenibilidad olvidándose de primar la producción. ¿Vamos a dejar al campo y a la ganadería para ir sólo de paseo? ¿Les vamos a dar las llaves de nuestra despensa a terceros países? ¿Estamos dispuestos a contemplar cómo se desmantela nuestro sistema productivo agrario y ganadero español para que España sólo sea un zoológico, o un auténtico erial?
Como anécdota, recordar que la agricultura intensificó su productividad e hizo que desde el 2000 al 2020, los europeos disfrutaran de la alimentación más barata, pero con mucha calidad. Nos hemos creído que la comida es muy barata y que aparece en el supermercado por arte de magia, y no se valora a los agricultores y ganaderos.
Está claro que otro de los problemas está en la cadena de distribución, donde los precios en origen que se paga a los productores no ha parado de bajar, mientras que la cesta de la compra no ha parado de subir. Con estos parámetros, más pronto que tarde, la alimentación va a ser un problema. Pero todo depende de la fuerza que haga la ciudadanía ante la disyuntiva de comer calidad, o morir en el intento.
Continuamos...